martes, 23 de agosto de 2011

Competencia Inconsciente: la clave del éxito.


En un entrenamiento de PNL (Programación Neurolinguística) nos enseñaron algo que me pareció sumamente interesante y que creo que puede ser útil para todas las personas.

Se trata de las competencias que muchas veces queremos adquirir y no sabemos cómo hacer o qué hacer para poseerla.

Por otro lado esa competencia que estamos intentando adquirir puede aparecer fugazmente y desaparecer igual de rápido. Es entonces es allí cuando nos preguntamos: "¿Cómo puede existir personas tan buenas en hacer algo y yo soy tan malo para lo mismo?".

Resulta que el proceso para adquirir nuevas competencias consta de cuatro etapas que veremos a continuación, para entenderlas mejor las vamos a ir analizando con un ejemplo:
  1. Incompetencia inconsciente: no sabemos que no poseemos alguna competencia. Ejemplo: un hombre ha vivido toda su vida en la punta de un cerro y no conoce los automóviles, por lo tanto no sabe que no sabe manejar una automóvil; simplemente no sabe que existen, por lo tanto tampoco sabe que no sabe conducirlos.
  2. Incompetencia consciente: sabemos que no poseemos una competencia. Ejemplo: el hombre que vivió siempre en el cerro un día resuelve bajar a la civilización y se encuentra con los automóviles, inmediatamente se da cuenta de que hay personas conduciéndolos pero él no posee esa competencia. Ahora sabe que no sabe conducir un automóvil.
  3. Competencia consciente: a medida que vamos adquiriendo una competencia necesitamos estar conscientes de cada cosa que hacemos para afianzar dicha competencia. Ejemplo: cuando el hombre que bajó del cerro empieza a aprender a manejar y se lanza a sus primeras prácticas se dice a sí mismo: "aprieto el embrague, pongo primera, pongo el guiño, miro por el espejo, giro el volante y voy soltando despacio el embrague para que el auto no se apague". Es un proceso consciente que debe hacer para una operación que toma solo pocos segundos. Es posible que nuestro amigo que está aprendiendo a manejar, transpire y se agote mentalmente con tantas cosas que debe procesar y aplicar al mismo tiempo, es posible también que desee que el estéreo esté apagado y que nadie le hable o lo distraiga.
  4. Competencia inconsciente: no sabemos que poseemos una competencia; o mejor dicho, no nos damos cuenta que poseemos una competencia y la desarrollamos de manera automática. Ejemplo: nuestro amigo del cerro ya sabe manejar, ahora es capaz de conducir un vehículo con gran destreza, reaccionar ante situaciones de peligro sin ni siquiera darse cuenta que está apretando el freno, puede escuchar música mientras conduce y hasta "tararear" la canción sin "estresarse" y sin perder el control sobre el manejo; puede mantener una conversación mientras conduce y hasta ha aprendido algunos trucos para impresionar a señoritas. Ya no transpira ni se estresa, pone el guiño, baja un cambio, gira en una esquina controlando todos los espejos y no se percata de ninguna de estas acciones.
Este proceso es sumamente útil cuando podemos ponerlo en práctica cuando se nos plazca y de esa manera generar constantemente nuevas competencias.

Ahora bien, tenemos que tener cuidado porque este proceso también se aplica para adquirir "competencias negativas". Durante toda nuestra vida hemos estado aplicando este proceso y, quizás sin darnos cuenta, hemos adquirido competencias inconscientes que nos hacen mucho mal.

Por ejemplo, hay muchas personas que son sumamente efectivas castigándose ellos mismos; hay otras personas que son excelentes frustrándose cuando algo están haciendo bien.

Dicen que un hábito solo puede ser reemplazado por otro hábito. Así que les propongo que nos detengamos a pensar "¿qué competencias no poseo?" "¿qué competencia negativa poseo?" "¿por cuál competencia la podría remplazar?".

A poner en práctica este excelente proceso para ser cada día ¡más competentes!

Lic. Gonzalo Martínez
Transitando la "competencia consciente" de aprender a vivir mejor

No hay comentarios:

Publicar un comentario